¿Quién no ha sustituido una comida por tapeo alguna vez? Todos conocemos la importancia de las tapas en la carta de un bar o restaurante. Tanto si somos profesionales de la hostelería como si no sabremos que en España unos de los elementos más llamativos de nuestra gastronomía son las tapas. Hay infinidad de opciones, des de las clásicas patatas bravas o la tortilla de patatas a las propuestas más elaboradas y de nueva creación.
Irse de tapas es una tradición, un evento social, son la excusa perfecta para relajarse después de un duro día de trabajo o de compartir un rato de confidencias con las amigas.
De hecho el origen de las tapas se remonta a la época de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII; durante su reinado padeció una enfermedad y se vio obligado a tomar algunos sorbos de vino por prescripción facultativa. Para evitar los efectos del alcohol con el estómago vacío, tomaba pequeños bocados entre horas acompañando a la bebida. Tras restablecerse dispuso que en los mesones de Castilla no se sirviese el vino sin que fuera convenientemente acompañado por alguna ración de comida; con esta medida se lograba que los comensales no estuvieran tan afectados por el alcohol del vino, por lo que tapaban sus efectos.
En CERCALI Millán tenemos todos los ingredientes de la mejor calidad para realizar las tapas que más triunfan entre tus clientes. Hoy, además, te traemos tres recetas de tapas reinventadas con ADN de nuestro territorio para que des un toque original y personal a tu carta de tapas.
Patatas bravas arromescadas
En esta versión de las patatas bravas sustituiremos la salva brava por la salsa romesco en una versión del romesco un tanto más picante. Con esta propuesta daremos a conocer a nuestros clientes una salsa tan típica del Camp de Tarragona como el romesco (la salsa estrella de las calçotades) hechas con productos locales y de proximidad. El romesco surge de la cocina de aprovechamiento de los pescadores del barrio del Serrallo de Tarragona. Si no conocías esta historia seguro que tus clientes tampoco y querido amig@, las historias venden así que sorprende a tus comensales con estas curiosidades sobre el producto que van a comer.
Ingredientes
- 4 patatas grandes
- Abundante aceite para freír las patatas
- Sal
Para el romesco…
- 1 cabeza de ajos
- 3 pimientos de romesco o ñoras
- 4 rebanadas de pan seco
- Guindilla
- 150 gr. almendras y avellanas tostadas
aceite, vino y sal
Para freír las patatas «cada maestrillo tiene su librillo» a sí que nos centraremos en la receta de la salsa de romesco.
Fríe los ajos sin pelar con aceite, separando 3 ajos que pondremos en crudo. Fríe también los pimientos sin semillas, con cuidado que no se quemen. Freiréis las rebanadas de pan y las secamos con papel de cocina. Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente con los ajos en crudo, un vaso pequeño de buen vino, una pizca de sal y lo trituramos todo. Para darle un toquecito picante le pondremos un puntito de guindilla.
Croquetas de calçot
Si hay un alimento típico del Alt Camp este son los calçots. Te proponemos crear tus propias croquetas de calçot para darle a tu carta de tapas un toque diferente. Es una receta muy fácil y original.
Ingredientes
- 9 o 10 calçots (mejor si son escalivats con fuego)
- 1 huevo
- 40 gramos de harina
- Medio litro de leche
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Limpia y pela los calçots como si fueras a comértelos en una calçotada, intenta que queden lo más libre de la piel y de impurezas posible. En una sartén con aceite saltea los calçots y añade la harina para que se dore. Posteriormente añade la leche, la sal, la pimienta y la nuez moscada y deja cocer la mezcla unos 10 minutos. Dejaremos que se enfríe la mezcla y la trituraremos. Para conseguir el espesor deseado podemos añadir un poquito más de leche. Ahora solo queda batir el huevo, hacer las croquetas con paciencia y amor y freírlas. Podéis servirlas acompañadas de salsa romesco.
